Madrid posee un gran número de parques, que van desde el inmenso parque de la casa de Campo al pequeño y coqueto jardín del Príncipe de Anglomá, desde el popular parque del Retiro al parque de barrio con unas excelentes vistas,
todos son perfectos si se quiere pasear, practicar un deporte, sentarse a descansar o a tomar un picnic, y estos son algunos de los mas importes o más bonitos de Madrid.
Solo recordar que los parques pueden encontrarse cerrados total o parcialmente, en aplicación de protocolo de alerta por condiciones meteorológicas del Ayuntamiento de Madrid.
El Retiro
Ya hemos hablado de lo monumental que es este parque, pero también es un lugar para disfrutar de su naturaleza.
Entre los jardines que componen el parque del Retiro destaca La Rosaleda, con más de cuatro mil rosales. Es un jardín centenario, próximo a la fuente del Ángel Caído, y que luce todo su esplendor en los meses de mayo y Junio.
Otros jardines que hay que mencionar son los jardines de Cecilio Rodríguez. Están situados en el lado noreste del Retiro y son de estilo clásico con aires andaluces. Son unos jardines cerrados y con un horario limitado. En tu paseo entre elementos ornamentales, plantas y flores, puedes ver pavos reales en libertad dentro de los jardines de Cecilio Rodríguez.
El jardín del Parterre está junto a la entrada de Felipe IV y nos ofrece la posibilidad de observarlo desde el muro que lo bordea comprobando la simetría de sus líneas, la perfección en los cortes de sus setos y las formas artificialmente caprichosas de sus árboles
Además de estos tres jardines más principales, hay que mencionar el bosque del recuerdo. Este monumento recuerda a las 192 víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004 y es una colina artificial rodeada de agua, en la que hay plantado un árbol por cada una de las víctimas.
El parque del retiro posee también árboles centenarios, praderas de césped, y hasta casi 120 hectáreas a donde escaparse en pleno centro de Madrid.
La casa de Campo
Es el parque más grande de Madrid y de España con sus más de 1700 hectáreas. Fue durante varios siglos bosque real y zona de Caza, A principios del siglo pasado pasó a ser de uso público.
En su interior se encuentran el Parque de Atracciones de Madrid, el parque zoológico, y finaliza el trayecto del teleférico que une la casa de campo con el parque del Oeste. También posee un estanque en el que se pueden alquilar barcas de remo. Es un lugar ideal para los amantes del deporte al aire libre como corredores y ciclistas.
Parque de El Capricho
Como su nombre indica, este parque fue creado por los duques de Osuna a capricho. Para ello contrataron a los mejores paisajistas, que crearon jardines de estilo francés, inglés e italiano, además de un parterre, todo adornado con pequeños ríos y lagos, estatuas y templetes. La pareja de duques, que promovían las ideas ilustradas, invitaban a este parque particular a los artistas a los que prestaban su mecenazgo, y a los nobles de la época que compartían sus ideas. Desaparecidos los duques, y con el paso de los años, el parque cayó en el abandono.
En 1970, el parque del Capricho pasó a titularidad del ayuntamiento de Madrid que lo rehabilitó para volver a abrirlo al público casi treinta años después. ç
Este parque tiene un secreto, lejos del centro de Madrid y oculto por la arboleda, se encuentra un búnker en perfecto estado que fue creado durante la guerra civil. El búnker, que alojó el cuartel general del ejército republicano durante la guerra civil española, tiene unos 2000 metros cuadrados y está a 15 metros de profundidad.
El parque está abierto únicamente los fines de semana y días festivos de Madrid.
La Quinta de los Molinos
No muy lejos del parque del Capricho, al final de la calle de Alcalá, se encuentra la Quinta de los Molinos. Este parque tiene algo muy especial, se puede decir que es el encargado de recibir a la primavera, y de ello se encargan sus casi 2000 almendros. Bonito durante todo el año, es sencillamente espectacular cuando sus almendros florecen a finales de febrero.
Fue creado en su día por un miembro de la nobleza, el conde de Torre Arias, con un doble uso. Una parte era un jardín que estaba dedicada al recreo y otra parte era utilizada como plantación agrícola. Como el Capricho, cayó en el abandono tras la muerte de sus primeros propietarios y el ayuntamiento lo rescató a finales del siglo pasado.
Además de los almendros, olivos, encinas, pinos y eucaliptos el parque tiene un estanque, el molino que le da nombre y el edificio conocido como la casa del reloj.
Parque de la Fuente del Berro
El parque se sitúa junto a la carretera de circunvalación M-30, próximo a Torre España. Tiene unas 8 hectáreas y es uno de los más bonitos de Madrid. Entre sus atractivos se encuentra la casa del reloj y un palacete que actualmente es un centro cultural.
Una manera de visitarlo es seguir la senda del agua que nos lleva por varias fuentes, una ría, una cascada y finalmente un lago. El conjunto escultórico del escritor Gustavo Adolfo Bécquer aporta su toque romántico al parque.
Madrid Rio
Cuando se hizo subterránea la vía de circunvalación M-30 se construyó sobre ella un parque lineal que discurre paralelo al rio Manzanares. Desde el conocido como nudo sur, hasta el Puente de los Franceses se suceden zonas verdes, puentes nuevos y puentes centenarios, jardines y zonas deportivas. Entre los puentes nuevos destacan los gemelos del Matadero y del Invernadero y el puente de Arganzuela. Ejemplos de puentes clásicos en el Madrid Rio son el puente de Toledo, el puente del Rey o el puente de Segovia.
El antiguo matadero de Madrid es ahora un macro centro cultural con actividades durante todas las épocas del año. En este espacio encontramos el invernadero más grande de la capital. Un invernadero centenario que fue remodelado a finales del siglo XX, y que acoge más de 9000 especies de plantas de distintas zonas climáticas del planeta.
Uno de los lugares más fotografiados de Madrid Rio es la zona donde aparecen las letras gigantes de Madrid con un conjunto monumental de fondo. Están en la zona del puente del rey.
Campo del Moro
Los jardines del Campo del Moro junto a los jardines de la plaza de Oriente y los jardines de Sabatini son los tres recintos ajardinados que adornan el entorno del Palacio Real
Los jardines del campo del Moro están declarados monumento histórico artístico desde 193,1 y solo hay que entrar por el acceso del paseo de la Virgen del Puerto para darnos cuenta del motivo. La conocida como pradera de las Vistas Del Sol nos muestra una espectacular panorámica del palacio al fondo, con una pradera verde adornada por las fuentes de las Conchas y los Tritones.
El resto del parque es una gran arboleda de distintas especies por la que no transita mucha gente lo que lo hace uno de los parques más tranquilos de Madrid.
El parque del Campo del Moro fue creado en tiempo de Felipe II a los pies del Alcázar, y recibe su nombre de un hecho histórico. Estando Madrid ocupada por las tropas cristianas, hubo un intento de reconquista por parte del ejército musulmán de Alí Ben Yusuf. Las tropas acamparon a los pies del alcázar, en lo que hoy es el parque del Campo del Moro y de ahí viene su nombre.
Jardines de la Plaza de Oriente
Los jardines de la Plaza de Oriente unen el palacio Real con el teatro real. Destaca el conjunto escultórico que preside la estatua ecuestre de Felipe IV. El rey deseaba una estatua única sobre un caballo que se levantaba sobre las patas traseras, y esto supuso un desafío que ayudó a resolver Galileo.
Destacan a ambos lados de los jardines los paseos de las estatuas que representan a reyes antiguos. Estas esculturas estaban destinadas a decorar las cornisas del palacio, y aunque parece ser que el motivo por el que no se ubicasen allí era el gran peso, la tradición sostiene que fue decisión de la madre de Carlos III, Isabel de Farnesio, que soñó que las estatuas caían desde la cornisa, matando a varios miembros de la familia real, incluyendo al rey y a ella misma.
Jardines de Sabatini
Frente a la fachada norte del palacio se encuentran los Jardines de Sabatini, que ocupan lo que un día fueron las caballerizas reales construidas por Sabatini. Como las que se encuentran en la plaza de Oriente, varias de las esculturas que adornan los jardines de Sabatini estaban destinadas a decorar la cornisa de palacio.
Por su ubicación, los jardines de Sabatini son especialmente espectaculares cuando cae la noche, ya que nos ofrecen unos de los atardeceres más espectaculares de Madrid.
Parque del Cerro del Tío Pío
Si hablamos de parques con atardeceres espectaculares no podemos dejar de mencionar el parque del cerro del Tío Pío, más conocido como el parque de las siete tetas.
Nos vamos hasta el popular barrio de Vallecas. Allí, en la primera mitad del siglo XX, surgieron importantes asentamientos de chabolas, cuevas y casas bajas que dieron alojamiento a los mismos inmigrantes que las construían. El primer habitante de la parte más alta del barrio fue Pio Felipe, que le dio nombre a la zona, y después de él muchos inmigrantes ocuparon el barrio. Tras el realojo de miles de familias del barrio de Vallecas en el último tercio del siglo XX, en la zona del cerro del Tío Pío, las máquinas que derribaban las chabolas iban creando colinas, hasta un número de siete. A su alrededor se creó un parque que fue bautizado por los vallecanos con el nombre del parque de las siete tetas.
Desde la parte alta de las colinas que forman este parque, el skyline de Madrid es increíble y los atardeceres un espectáculo.
No podemos dejar de mencionar algunos pequeños parques, pero muy especiales, como el jardín del Príncipe de Anglomá, un pequeño rincón secreto junto a la plaza de la Paja, la rosaleda de San Francisco o la del parque del Oeste. También vale la pena la visita al castizo parque de las Vistillas o el histórico Real Jardín Botánico. Todos y cada uno de ellos tienen un encanto particular.